P´T´Sí
- midiarioenbolivia
- 9 feb 2017
- 3 Min. de lectura

Sábado 7 de Enero, 2017
Amanece en Villazón y un baño de agua caliente recobra mis sentidos. Salimos para la terminal (a media cuadra) como nuevos. Apoyado en la pared de la estación me quede esperando al bus que nos iba a llevar a Potosí y a mi compañera de ruta que andaba en un bar tomando su indispensable desayuno. Con agua y galletitas me arregle para zafar la mañana.
El servicio de “Boquerón” rumbo a P´t´sí como dicen los locales arribo con un cartel diferente pero era el único que estaba en la estación a la hora señalada. Nos acercamos y confirmamos los pasajes. Nos cobraron 2bs para subir el equipaje.

Empezó la travesía y ya pintaba más interesante a todo lo que habíamos visto. Subimos y bajamos cañones llenos de cactus hasta llegar a Tupiza, primera parada del colectivo. Subió y bajo gente de forma desordenada y siguió viaje hasta Cotagaita donde repentinamente el micro se detuvo. “30 minutos para almorzar” anuncio el conductor. Bajamos y nos sentamos en una mesita de sillas chiquitas. Sin mediar palabra nos sirvieron una potente sopa de verdura, carne y fideos. Con eso estábamos listos, sin embargo nos ofrecen segundo plato: milanesa con papa y ensalada. Estábamos realmente satisfechos cuando el micro arranco sus motores.
-Che, ¿hay que pagar?- le pregunto a Erika.
- No se…- responde.
Salimos sin mirar atrás pero la patrona nos llama: “¡La plata del almuerzo!”.
-¿Cuánto es?- pregunto con sonrisa compradora que alivio la tensión
-10 pesos- contesto la señora.
Eso salió nuestro almuerzo de lujo.
Volvemos a la ruta, las horas pasan y nos empiezan a vigilar unos gigantes de piedra tapados de nubes. Vamos dejando atrás las comunidades campesinas apostadas a las laderas de las montañas con sus chakras y el monte Q´umir Qucha nos mira de frente.

Seguimos subiendo a la altura de la altura. Las paredes de las casitas más humildes rezan “Evo SI”. Paradojas. Otras presentan un rustico NO en rojo. Resabios del plebiscito del 2016. Gano el “NO”. Llueve otra vez, no hay suerte con el tiempo. Habrá que pedirle a algún Dios de esos borroneados por la omnipresente Iglesia Católica.
Potosí: llegamos a la ciudad de Plata por la tarde cerca de las 15hs y otra vez la altura que sofoca. Bajamos las cosas del micro, hicimos unos cuantos pasos agitado y no encuentro mi bolsa ¡Me la olvide en el bus! Altura. Corrí sobre mis pasos temiendo que se haya ido, pero no mi bolsa estaba allí. Cuando volví a donde estaba Erika el sofoque era inexplicable. Sin aire deje que ella se encargara de todo. Casi sin reacción, la seguí hasta un colectivo que nos dejo en el centro y allí arriba recuperé un poco de oxígeno.
Bajamos en el mercado de Potosí perdidos y caminamos buscando hostel. Pasamos por la plaza “10 de Noviembre” pero casi sin mirar. Soroche fuerte. Que hostal “Casa Blanca”, que “La Casona”, terminamos en el “Hostal Compañía de Jesús”. Habitación para dos con baño compartido y una arquitectura colonial preciosa (muy recomendable), con desayuno y depósito. Me desplome en la cama aturdido después de hacer el chequeo. La patrona era seria pero muy amable y comprensiva con mi ahogue. Fue nuestra casa por un día.

Después de conectarse al Wi-Fi y avisar a todos que estábamos con vida (extraño temor de todos nuestros conocidos por una estigmatización que se hace desde Argentina sobre Bolivia); salimos a conocer la plaza y ahora sí: IMPACTO, EMOCIÓN, ¡ALEGRÍA!


Estábamos ahí, en el corazón del mundo colonia, de fondo el Cerro Rico único sentido de la presencia española y justificación para la creación de Buenos Aires. El Alto Perú nos mostraba su antigüedad y su vigencia, su riqueza y su pobreza, todo de a dos, como nos dijo un guía más adelante y como nos enseño una profesora de Historia de América Precolombina. Y ahí estaba la Catedral de Nuestra Señora de La Paz de estilo jesuita, la plaza 10 de Noviembre, más abajo la casa de la moneda, arriba un antiquísimo teatro. Toda la plaza se encontraba adornada con luces navideñas ¡Estaba Soñando con los Ojos Abiertos!
-¿Y si compramos una pizza y la comemos acá?- Sugirió Erika.
Buen plan, seguimos mirando como idiotas para todos lados y el Cerro Rico nos observaba a nosotros desde lo alto con una sonrisa de costado, casi satisfecho de habernos embrujado.
Subimos a comprarla pizza, la más cara de mi vida (70bs) en Lobbo´s y volvió el soroche. Con el estomago revuelto comí una porción mirando el suelo, no daba más. Volvimos al hostal y nos acostamos. Afuera la lluvia.
GASTOS:
Agua: 8bs
Galletitas: 4bs
Empaque: 2bs
Almuerzo: 10bs
Colectivo: 3bs
Hospedaje: 90bs (hab. doble - baño comp - desayuno - deposito)
Pizza: 70bs
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